Miscelánea

Derroche de picardía, habilidad y destreza en un baile en el que participan 3 actores: una danzante, un chalán y un caballo. Con los pies descalzos y luciendo su mejor indumentaria, la danzante se muestra ágil, espontánea y libre; mientras que el chalán, con su tradicional poncho y sombrero de paja, monta un peruanísimo, elegante y rítmico Caballo de Paso entretanto que la galantea y la acompaña. Expresión de arte, gracia, ritmo y belleza.

A lo largo de 1,285 millones km² continentales, se exhibe la vasta riqueza -no sólo natural, sino también cultural- que instituye el vasto imaginario del Perú. La majestuosidad natural , en su paso por la costa, la sierra y la selva, expone una extensa biodiversidad y una variedad climática que armonizan con singularidades geográficas tales como el paso de los Andes, el Titicaca o el Amazonas; mientras que el patrimonio cultural, construido a través de una apasionante historia, ha legado tradiciones vivas y testimonios arqueológicos como Kuélap, las Líneas de Nazca o el maravilloso Machu Picchu.

Fue quizás el color de la Maskaypacha el que inspiró al rojo de la bicolor. Su calidez no solo denotaría el temple del inca y el vasto legado histórico y cultural, sino que también, bajo una lectura independista, se declama la entrega, la lucha y el sacrificio por la Patria. Los conceptos de libertad, justicia y/o paz se resuelven con la pureza del blanco. A puertas del Bicentenario, la popular “blanquirroja” -compuesta a modo de una franja transversal- sintetiza la idea de una nación que, desde la magnanimidad de su pasado, no ha dejado de integrarse, construirse y fortalecerse.

Fue quizás el color de la Maskaypacha el que inspiró al rojo de la bicolor. Su calidez no solo denotaría el temple del inca y el vasto legado histórico y cultural, sino que también, bajo una lectura independista, se declama la entrega, la lucha y el sacrificio por la Patria. Los conceptos de libertad, justicia y/o paz se resuelven con la pureza del blanco. A puertas del Bicentenario, la popular “blanquirroja” -compuesta a modo de una franja transversal- sintetiza la idea de una nación que, desde la magnanimidad de su pasado, no ha dejado de integrarse, construirse y fortalecerse.